martes, 11 de febrero de 2014

UNA MUERTE INESPERADA

Corría el año 1912, eran tiempos oscuros, la calles estaban vacías, la gente apenas salia de sus casas. Una sorrasca del desierto solitaria rodaba lentamente por las calles al ritmo de la brisa. Todo era muy extraño. El silencio predominaba en toda aquella ciudad, una ciudad que años atrás era todo lo contrario.

Todo empezó un sábado, como una sábado cualquiera, con un hombre cualquiera como lo era Pepe. Un hombre casado con dos hijas y de familia rica, cosa que lo hacia bastante popular en aquella ciudad. Él era deseado por todas las mujeres ya que su aspecto era muy agradable: alto, delgado, moreno con un pequeño y arreglado bigote a conjunto con su traje, eso le hacía ser un hombre irresistible. Como cada sábado por la noche se iba con su amante al bar, un sitio que para él era muy relajante y donde podía ir sin problemas con María. Pero ese día no fue como los demás. La mujer de Pepe salió a ese mismo bar esa noche y descubrió que estaba con María. Su mujer llamada Juana no dijo nada y regreso para su gran casa. Al día siguiente se encontraron a Pepe muerto. Salió en la portada de todos los periódicos y se anunciaba por todas partes su muerte. La gente se preguntaba si era un asesinato o un suicidio ya que últimamente tenía muchos problemas en su trabajo y con sus trabajadores. Era un empresario muy conocido en su localidad. Había formado una gran empresa de construcción junto a su mejor amigo y socio Alberto. Los meses iban pasando y la verdad seguía en el aire. A partir de ese sábado a medida que iba pasando el tiempo no paraban de suceder crímenes desconocidos y sin resolver.

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